Nace el sentimiento de culpa

El 1 de agosto de hace algunos añitos nace en Cáceres Mesié Alonso, punki rabioso, adorador de los fuegos de campamento escocés y corredor de la memoria.



Otro 1 de agosto, el de 2009, bajo el japiverdi de Mesié, la Liga de la Ciencia Pagana echa a volar en solitario, abandona el nido del oeste que con tanto celo y cariño le cobijaba, y pone en marcha el que es, hasta la fecha, su proyecto más vistoso, y si se quiere más estrambótico: La Culpa, la Comunidad de la Cultura Pagana.

La Culpa es el reflejo puro de la Liga y mucho más. Una comunidad de bienes donde todos aquellos que se sientan partícipes, que se autoproclamen culpables, pueden entrar y salir como Pedro por su casa.

La Culpa es un camino que transita por los márgenes, que no sabe de héroes ni de fechas de fastos, ni de seres supremos ni de limbos dorados.

Nace el sentimiento de culpa y no nace solo, porque viene cargado de argumentos desde el mismo momento en el que brota y ve la luz.

En esta comunidad, en esta Calle Mayor, la compañia Mimus Teatro abre su tienda de souvenires romanos con su propio espacio en la red.

Para todos aquellos que quieran estar al tanto de los movimientos sociales, La Culpa les propone un camino corto al Ateneo de Mérida, sin duda uno de los proyectos de carácter civico más intesantes y peculiares de Extremadura.

Para aquel o aquella que quiera estar al día en la cultura electrónica Dj Al Qantara o Paralelo Pi están al alcance de un clic desde las ventanas culpables.

Para los que quieran hacer memoria de lo que fueron los buenos días y mejores noches de la transgresión punkarra en la región, tienen al fondo a la izquierda el nombre definitivo, A Palo Seko.

Para los que deseen hablar tienen al final de la calle el Foro Pagano, esperando que alguien lo estrene.

Cantarrana Corps es un capricho para iniciados. El portal musical de todos los culpables y de algunos santos inocentes.

Para los que gusten de exquisiteces y ardor guerrero tienen La Balada de los Ahorcados. La Balada de los Ahorcados pretende significar para La Culpa lo que la Lusipedia es para nuestros hermanos del Far Wext, la joyita de la corona, el cofre donde se esconden los nombres de la historia paralela, de la cámara oscura; Iluminados, poetas malditos, asesinos en serie, depravados, místicos y guerrilleros. El Dietario de Tánger es el complemento en forma de almanaque a la antigua usanza de ese corolario de inadaptados.

Pero La Culpa quiere se más, mucho más. Y te espera con los brazos abiertos. El Muro de las Lamentaciones puede ser tu propio rincón. Hoy ese muro lo estrena una peculiar revista de crímenes, A Degüello. Mañana esas paredes pueden ser tuyas, esas, o cualquier otra de la calle, porque esta calle no tiene puertas. Puedes comenzar por declararte culpable. Ya somos muchos, y seremos más.